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El Día de la Claridad.

Autor:  Lissett I. Galbán Leal

05 de Octubre de 2021

El quinto día del tercer mes del Calendario Lunar Chino, todas las comunidades chinas y de Ultramar, celebran tradicionalmente la fiesta ?Qingming?, que significa Día de la Claridad y que en Cuba se conoce también por ?Día de los Files Difuntos (chinos)?.
Esta tradición china data de más de 2400 años y en el período de los Reinos Combatientes (474- 221 a .n.e) ya se celebraba como una fiesta tradicional.
El día 5 del mes lunar 3 es uno de los veinticuatro ?Jie Qi" (períodos climáticos) que conforman el Calendario Lunar Chino, que se aplica a la producción agrícola, siendo este uno de los periodos más prósperos para cultivar y plantar, pues la tradición y la ciencia coinciden en que la producción agrícola aumenta en los días precedentes y posteriores al Qing Ming, el cielo se muestra límpido y despejado, los campos son más verdes y los árboles crecen más rápidamente. Un proverbio chino asegura: ?Se cultiva sandías y judías alrededor del Día de la Claridad, y se plantan árboles en vísperas de ese día?.
Desde la antig?edad, ese día las personas realizaban excursiones y cruzaban ríos y montes con el fin de admirar las bellezas naturales y al regresar, acostumbraban traer sauces para plantarlos cerca de sus casas y al lado de los pozos. También practicaban actividades deportivas, empinaban cometas y jugaban con bolas, se contemplaban peleas de gallos, entre muchas actividades recreativas.
Ese día no puede faltar la visita de las familias a las tumbas de sus antepasados para limpiarlas y hacerles ofrendas. En el pasado la gente tenía la costumbre de rociar algunas pocas gotas de licor sobre las tumbas, quemaban sándalo incienso y dinero de papel (para que el muerto pudiera llegar al otro mundo).
Hoy aún se preservan estas costumbres. En algunos lugares, las personas también llevan caña de azúcar y dulces como ofrendas y para saciar el hambre y la sed durante la visita a sus ancestros, demostrando su amor y respeto al familiar.
Otra tradición vinculada al Día de la Claridad es el día de la Comida Fría. Cuenta la leyenda que en el período de los Reinos Combatientes existía un Emperador llamado Jin Xiang Yan que tenía dos hijos: Jin Sheng Sheng, quien fue asesinado por orden de su padre, y Jin Wen Yong, que logró escapar de su padre refugiándose en el Reino Qin donde vivió durante 19 años pasando necesidades, hambre y el frío. Cuenta la leyenda que en cierta ocasión, uno de sus vasallos, Jie Zhi Tui, cortó un pedazo de carne de su brazo para prepararle una sopa con el propósito de calmarle el hambre.
Con posterioridad, Jin Wen Yon, con la ayuda del Reino Qin, pudo regresar a su país y se proclamó Emperador del Reino Jin y nombró para los cargos de su corte a toda las personas que les había acompañado y ayudado, pero se olvidó del fiel sirviente Jie Zhi Tui, quien decidió marcharse a la montaña Mian-shang acompañado de su madre. Cuando el Emperador supo sobre el origen de la sopa que le había salvado la vida, decidió ir personalmente a buscarlo, pero al no encontrarlo y para obligarlo a bajar de la montaña, ordenó prender fuego al monte. Jie Zhi Tui prefirió morir junto a su madre entre las llamas.
Al conocer sobre la tragedia Jin Wen Yong decretó tres días de duelo y como una forma de expresar su admiración por este hombre, prohibió prender fuego durante esos días de duelo, por lo que preparaban las comidas a base de alimentos fríos, dando origen al tradicional Día de la Comida Fría.
En algunas aldeas chinas existe la costumbre de enterrar los cadáveres de los familiares en un Panteón Colectivo Local y transcurridos tres años exhumar los restos y trasladarlos a una tumba individual, en un lugar hermoso para que el muerto se sienta a gusto y cómodo para siempre.
Esta costumbre llegó a Cuba desde la segunda mitad del siglo XIX, con las emigraciones masivas de los chinos. En 1893 se construyó el Cementerio Chino de La Habana, como un lugar exclusivo donde los restos de los chinos que decidirán ser enterrados en este país, pudieran tener un lugar acorde a sus costumbres y tradiciones.
Cuando fallece un chino en La Habana los restos son colocados en un nicho del Panteón Colectivo, construido por el Casino Chung Wah en el Cementerio Chino y, transcurridos tres años son exhumados y trasladados al Panteón ó Capilla de sus respectivas sociedades chinas, a un Panteón particular y, en el caso de que no se pueda optar por las variantes anteriores, se mantienen en el Panteón Colectivo.
Otra forma de rendir tributo a los ancestros, por parte de la comunidad china de La Habana es a través de velas, incienso y papel dinero. Sobre la comida, aunque se hacen algunas presentaciones ante las tumbas, es de forma simbólica. Luego de la visita al Cementerio, los miembros de la comunidad regresan a sus respectivas sociedades y allí celebran un almuerzo en honor a sus familiares difuntos y sus ancestros. También se ha hecho una tradición, ese día colocar una ofrenda floral en el monumento a los chinos caídos en las luchas por la independencia de Cuba, ubicado en Línea y L, en el Vedado.
Todos los años, la comunidad china y descendiente de La Habana, se reúne el domingo más próximo al 5 de abril para realizar esta bella tradición y recordar con mucho cariño a sus antepasados.