CHI TACK TONG |
El origen básicamente campesino de los inmigrantes chinos llevó a estos a reproducir los sistemas de relaciones que dominaban su esfera social y traspolarlos a la realidad cubana, por esta razón las asociaciones familiares a partir de uno o varios apellidos fueron las más representativas en nuestro país. A tono con este proceso en 1920 fue fundada en La Habana la sociedad patronímica Chi Tack Tong, que incorporó a aquellos chinos que poseyeran los apellidos Hung, Chao, Choy y Yong con el propósito garantizar su instrucción y recreo.
Su sede central quedó ubicada en la capital y durante algunos años se mantuvo una dependencia en Santiago de Cuba. Como la mayoría de las sociedades, en sus primeros tiempos no dispuso de una sede fija y dependió del alquiler para garantizar su funcionamiento. En 1946 adquirió el edificio ubicado en Dragones No.356 entre Manrique y San Nicolás y tras realizar las transformaciones necesarias, el día 15 de junio de ese año quedó inaugurado el inmueble que ocupa hasta el presente.
Durante los años sesenta del pasado siglo experimentó un decrecimiento de la membresía debido al fallecimiento de los socios más longevos y al éxodo provocado por la afectación económica que representó para muchos inmigrantes radicados en Cuba las transformaciones experimentadas tras el triunfo de La Revolución.
Contando con el apoyo general de las instancias gubernamentales en la segunda mitad de los años noventa la Chi Tack Tong se abocó a un importante proceso de modificaciones internas que tuvieron 3 direcciones fundamentales: dar atención priorizada a los chinos naturales o descendientes de mayor edad; priorizar la entrada de nuevos miembros a la asociación apelando para ello a los descendientes y apelar al despliegue de experiencias comerciales que permitan con su implementación obtener los recursos necesarios para sustentar los fondos de la institución y garantizar la asistencia social, instrucción y recreo a la membresía.
Gracias a ello la sociedad permanece hasta la actualidad como una asociación clave en el entorno del Barrio Chino de La Habana siendo garante de la permanencia de este grupo migratorio y, a su vez, depositaria de sus tradiciones y manifestaciones culturales.